“Cáncer” es un término genérico que designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo y que actualmente se sitúan en las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo.
Se trata de una afectación multifactorial, es decir, que no sólo un factor es el causante de su aparición, sino que suele ser la interacción de varios de ellos. En muchos casos su aparición no es prevenible, pero en algunos otros sí, ya que según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el 40% de los cánceres se podrían evitar adoptando hábitos de vida saludable.
Realizar actividad física, evitar sustancias nocivas como el tabaco o el alcohol, aprender a gestionar nuestras emociones, evitar el estrés, mantener un índice de masa corporal adecuado y consumir abundantes frutas y verduras son algunos de los factores que pueden ayudarnos a prevenir esta enfermedad.
Una alimentación saludable, por tanto, es uno de los pilares importantes a tener en cuenta para prevenir la aparición y desarrollo del cáncer. Es importante apostar por alimentos frescos y de mercado (verduras y hortalizas, frutas, tubérculos, legumbres, cereales integrales, pescado, huevos, carnes de pasto, frutos secos…) y evitar productos procesados, refinados y envasados con etiqueta.
Dentro de los alimentos saludables, hay algunos que son especialmente recomendables por sus propiedades beneficiosas y aprovechando que ayer 4 de febrero fue el Día mundial de lucha contra el cáncer, os queremos compartir cuales son algunos de estos alimentos que no pueden faltar en vuestra despensa:
1. La cúrcuma
Se trata de una especia originaria de países del sudeste asiático que se ha estudiado mucho a nivel científico por sus potentes beneficios antiinflamatorios, antioxidantes y antitumorales.
Presenta un color amarillo intenso (a veces también anaranjado) y tiene un sabor potente muy característico. La podemos encontrar en polvo o en forma de raíz.
Es ideal para añadir en salteados de verduras, cereales integrales o legumbres y para preparar salsas y vinagretas.
¡Ah! y para potenciar la absorción de sus componentes activos mezclarla con pimienta negra.
2. El brócoli
El brócoli, al igual que el resto de crucíferas (col, coliflor, col lombarda, coles de Bruselas, romanesco…), contiene fitocompuestos con un gran potencial anticancerígeno y antioxidantes protectores del organismo. Además, también es rico en vitamina C y vitaminas del grupo B y contiene minerales como el calcio, el potasio y el azufre.
Para beneficiarnos de estas sustancias es importante el método de cocción que utilicemos. Para conservar su potencial protector debemos cocinarlo poco, 3-4 minutos hervido con agua, o al vapor. Manteniendo así su color verde intenso y preservando sus propiedades.
3. Frutas ricas en polifenoles
Las moras, los arándanos, las frambuesas, las fresas, la granada y las cerezas, entre otras, son frutas con un alto contenido en polifenoles que nos pueden ayudar a regular diferentes vías del proceso de inflamación del cáncer. Sobretodo son reconocidos por disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
Estos polifenoles son los mismos que les dan este color rojo y negro azulado tan característico. Además, estas frutas son una excelente fuente de antioxidantes, fibra y vitaminas.
4. El ajo
Este ingrediente tan utilizado en la cocina mediterránea es considerado un gran aliado para proteger nuestra salud, gracias a sus propiedades antibióticas, antivíricas, antimicóticas, antitrombóticas e hipotensoras, entre otras.
Además, parece ser que un consumo de ajo prolongado en el tiempo puede prevenir la aparición de distintos tipos de cáncer debido a su alto contenido en antioxidantes y sustancias derivadas del azufre.
Hay que tener en cuenta que estas sustancias son sensibles al calor y, por tanto, para beneficiarnos de sus propiedades será mejor comerlo crudo. Podéis pelarlo y picarlo bien finito para añadir a ensaladas, sopas de verduras y platos de pollo o pescado.
5. El té verde
Esta bebida que podemos preparar fácilmente en casa nos aporta numerosos beneficios para la salud.
Contiene polifenoles como el EGCG (Epigalocatequina galato-3) con una potente actividad antioxidante y beneficiosa para prevenir el crecimiento de tumores malignos y la aparición de metástasis. Además, estos antioxidantes también nos ayudan a luchar contra los radicales libres y prevenir el envejecimiento.
Siempre es preferible comprarlo en hojas (a granel) y en pequeñas cantidades para conservar su frescor, aunque también podemos comprarlo en bolsitas. Lo dejáis infusionar entre 2 y 4 minutos y ¡listo!
Tomado por las mañanas puede ser un buen sustituto del café.
Si os faltan ideas de recetas para aplicar estos ingredientes, y muchos otros más también beneficiosos para prevenir enfermedades como el cáncer, no os perdáis el libro La cocina anticáncer del Dr. David Khayat. Un completísimo libro de recetas sanas para mejorar nuestra salud.